Viento acelera el derretimiento del hielo en Groenlandia mucho más que en la antártica

Fuente: meteored.cl

El hielo superficial en Groenlandia se ha estado derritiendo a un ritmo cada vez mayor en las últimas décadas, mientras que en la Antártica la tendencia ha ido en dirección opuesta. Esta es una afirmación difundida por Phys.org, la cual se basa en el estudio “Wind-Associated Melt Trends and Contrast Between the Greenland and Antartic Ice Sheets”, publicado en Geophysical Research Letters, donde los científicos estudiaron el papel del efecto Foehn y los vientos catabáticos sobre ambas áreas cubiertas de hielo.

“Utilizamos simulaciones de modelos climáticos regionales para estudiar las capas de hielo en Groenlandia y la Antártica, y los resultados mostraron que los vientos descendentes son responsables de una cantidad significativa de derretimiento superficial de las capas de hielo en ambas regiones”, dijo Charlie Zender, coautor del estudio.

El crecimiento del 10% en el derretimiento impulsado por el viento combinado con temperaturas del aire más cálidas en la superficie, ha resultado en un aumento del 34% en el derretimiento total del hielo en la superficie.

Por una parte, este resultado se atribuye a la influencia del calentamiento global en la Oscilación del Atlántico Norte (OAN), un índice de la diferencia de presión a nivel del mar. El cambio de la OAN a una fase positiva ha provocado una presión atmosférica por debajo de lo normal en latitudes altas (cercanas al Polo Norte), lo que ha generado que el aire cálido llegue a Groenlandia y otras zonas del Ártico. Además, el equipo científico descubrió que, a diferencia de Groenlandia, el derretimiento de la superficie antártica ha disminuido, aproximadamente, un 15% desde el año 2000.

¿Por qué se están generando estas diferencias en las regiones polares de la Tierra?

“Aunque Groenlandia ha sido el principal impulsor del aumento del nivel del mar en las últimas décadas, la Antártica le sigue de cerca y se está poniendo al día para dominar este incremento. Por lo tanto, es importante monitorear y modelar el derretimiento a medida que ambas capas de hielo se deterioran, incluidas las formas en que se derriten”, señala Zender. Agrega que “el cambio climático altera la relación entre el viento y el hielo”.

Otra noticia es que esta reducción se debe en gran medida a un 32% menos de derretimiento generado por el viento en la Península Antártica, donde se encuentran dos zonas de hielo vulnerables. Sin embargo, ha sido una suerte que el agujero de ozono estratosférico antártico, descubierto en la década de 1980, continúe recuperándose. Esta situación ayuda temporalmente a aislar la superficie de un mayor derretimiento.

El derretimiento total de la superficie ha aumentado con las temperaturas superficiales más altas, a pesar de que los vientos descendentes más lentos reducen el derretimiento asociado a esa variable. Esto da como resultado un marcado contraste entre las tendencias decrecientes en el derretimiento total y descendente de la Antártida, y la tendencia general creciente del derretimiento en Groenlandia.

Se espera que la investigación sobre el papel del efecto Foehn y los vientos catabáticos en las regiones polares pueda orientar a la comunidad científica del clima para fortalecer la fidelidad física de los modelos del sistema terrestre.

A pesar de esta investigación, aun no está definida la contribución del deshielo asociado al viento descendente en comparación con el derretimiento total, el grado en que los patrones de viento descendente han cambiado y cómo estos cambios han afectado el derretimiento total y sus tendencias.