Fuente: Laprensaautral.cl
En un esfuerzo por garantizar la seguridad de la navegación y la protección del medio ambiente marino único que hay en la Antártica, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa) ha desplegado una desafiante misión en el territorio chileno antártico. Se trata de una expedición parte de la campaña 2024 en el continente blanco que tiene por objetivo actualizar las cartas náuticas vitales para la navegación.
Embarcados en la LH-02 “Orca”, con apoyo y colaboración del buque multipropósito “Sargento Aldea”, las tareas van desde la realización de mediciones batimétricas hasta estudios oceanográficos detallados. Los obstáculos de las fronteras marcadas por el hielo y las condiciones climáticas extremas del territorio se han podido sortear aprovechando al máximo las tecnologías de estos buques.
“Este no es sólo un trabajo hidrográfico; es una misión que tiene un impacto directo en la seguridad de la navegación y la preservación de uno de los ecosistemas más frágiles del planeta”, señala el Teniente Primero Harald Urbina Córdova, jefe del Grupo Hidrográfico a cargo de la tarea. “Cada dato que recopilamos contribuye a la protección de estas aguas y a la seguridad de quienes las navegan”, agregó el oficial.
Sin embargo, la importancia de esta expedición va más allá de las cartas náuticas actualizadas. Estas labores tienen un impacto directo en la vida cotidiana, asegurando la fluidez del comercio internacional y facilitando la investigación científica en la región. Además, son un recordatorio de la importancia de la cooperación internacional en la protección de la Antártica, un ecosistema crucial para el equilibrio climático global.
A medida que el LH-02 “Orca” concluye su travesía por las aguas antárticas, deja un legado duradero de conocimiento y compromiso. Sus esfuerzos no solo están contribuyendo a delinear el futuro de la navegación en la zona, sino que también inspiran a una nueva generación a cuidar y proteger este prístino territorio blanco.