Fuente: vistaalmar.es
A medida que las reservas de hielo globales comienzan a debilitarse debido al aumento de las temperaturas, un nuevo estudio sugiere que anteriores intentos de evaluar la masa de las enormes plataformas de hielo flotantes que recubren la capa de hielo de la Antártida pueden haber sobreestimado su espesor.
La investigación es el primer estudio a gran escala de este tipo que compara los datos del espesor de la plataforma de hielo obtenidos de mediciones de radar que penetran el hielo con datos de espesor estimados a partir de mediciones contemporáneas de elevación de la superficie.
Al yuxtaponer vastos conjuntos de datos de 20 de los 300 sistemas de plataformas de hielo independientes que rodean aproximadamente el 75% de la capa de hielo de la Antártida, Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio descubrieron que, en promedio, las plataformas de hielo de la Antártida son casi un 6% más delgadas de lo que habían supuesto estudios anteriores, una diferencia de unos 17 metros. Esto puede parecer un pequeño cambio de escala, pero las plataformas de hielo típicas pueden tener entre 50 y 600 metros de espesor.
El estudio concluye que, si bien las anteriores suposiciones sobre el espesor de las plataformas de hielo eran correctas a gran escala, su precisión variaba mucho a pequeña escala, como en el caso de estructuras individuales como valles o grietas que son demasiado estrechas o demasiado pequeñas para medirlas con precisión.
Sin embargo, como las plataformas de hielo desempeñan un importante papel en la estabilización de la capa de hielo de la Antártida, así como del complejo sistema climático de la Tierra, obtener una estimación precisa de su tamaño es esencial para calcular cómo su derretimiento podría contribuir a la subida del nivel del mar, dijo Allison Chartrand, autora principal del estudio y recién graduada de doctorado del Byrd Polar and Climate Research Center.
“Debido a que la capa de hielo de la Antártida es tan grande, una estimación errónea del 1% en la rapidez con la que se está derritiendo podría significar centímetros o pies de subida del nivel del mar que no estamos contabilizando”, dijo. “Por eso es realmente importante ser lo más precisos posible”.
Incluso los cambios más pequeños en las plataformas de hielo de la Antártida podrían representar una amenaza significativa para las comunidades costeras, dijo Chartrand, ya que unos pocos centímetros de plataforma de hielo significativamente desplazada podrían causar que un hielo más grueso fluya hacia el océano y potencialmente causar que algunas costas retrocedan varios pies.
Según Chartrand, ella y su coautor, Ian Howat, glaciólogo y académico universitario distinguido en ciencias de la tierra en la Estatal de Ohio, comenzó por primera vez a investigar el espesor de la plataforma de hielo al examinar los canales basales (canales en los que el agua más cálida del océano derrite surcos en el fondo de la plataforma de hielo, acelerando la pérdida de masa) durante un estudio anterior.
Una de las mayores discrepancias que encontró el estudio fue que las suposiciones utilizadas para estimar el espesor de la plataforma de hielo en investigaciones anteriores a veces exageraban el espesor de la plataforma de hielo en algunas áreas, y en otras ocasiones lo subestimaban.
Si bien muchas de estas inconsistencias no quitan mucho del panorama general, individualmente, estas instantáneas están muy desenfocadas, dijo Chartrand. “Al comparar la estimación del espesor con la estimación del radar, vimos que los números que teníamos en los canales basales y otras características similares podían diferir hasta en cientos de metros, lo que significaba que potencialmente podríamos estar subestimando o sobreestimando las tasas de cambio”, dijo.
En general, el estudio concluye que se necesitan datos más abundantes y precisos para permitir mejores predicciones de la pérdida de las plataformas de hielo en la Antártida, ya que el objetivo final de su trabajo es mejorar las observaciones de los procesos que contribuyen a la subida del nivel del mar, dijo Chartrand.
“Lo que esta investigación muestra realmente es que debemos ser mucho más cuidadosos con las suposiciones que hacemos para estimar el espesor de la plataforma de hielo y con la forma en que tomamos en cuenta las incertidumbres y lo que significan para el resultado final”, dijo.
Si bien su trabajo también busca inspirar a otros a investigar conjuntos de datos más antiguos, Chartrand espera que utilizar el pasado para estudiar los cambios futuros en nuestro entorno estimule el desarrollo de tecnologías más avanzadas, aquellas que podrían ofrecer mayor ayuda en la tarea de evaluar los altibajos del paisaje en constante cambio de la Antártida.
“Existe potencial para nuevos descubrimientos incluso con datos recopilados hace entre dos y 15 años, por lo que sabemos que todavía hay muchas cosas que no se han explorado por completo”, dijo Chartrand.