Fuente: Infobae.com
Las simulaciones de alta resolución de las circulaciones oceánicas muestran que la apertura tectónica de las vías marítimas del Océano Austral provocó una reorganización fundamental de las corrientes oceánicas, el transporte de calor e inició un fuerte enfriamiento del agua de la superficie antártica de hasta 5 grados Celsius.
El estudio, realizado por un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Leicester, Países Bajos, Australia, Alemania y Noruega, se publica en Nature Communications. Los resultados arrojan nueva luz sobre una pregunta de hace 50 años sobre cómo y por qué se formaron las capas de hielo de la Antártida.
La doctora Katharina Hochmuth, Investigadora Asociada del Programa Internacional de Descubrimiento de los Océanos (IODP) de la Universidad de Leicester y coautora del estudio, dijo en un comunicado: “En la última semana y en el período previo a la COP26, hemos escuchado mucho sobre modelado proyecciones sobre el futuro de nuestro planeta En este documento, mostramos que es crucial incluir las condiciones atmosféricas de CO2, así como las geografías apropiadas del pasado, para modelar con éxito los cambios climáticos.
“Un cambio de 600 metros en la profundidad de una puerta de entrada al océano puede causar una caída dramática en las temperaturas costeras y, por lo tanto, el destino de la capa de hielo de la Antártida”.
Los últimos puentes terrestres que conectan la Antártida con los continentes circundantes, Australia y América del Sur, se rompieron hace unos 34 millones de años. Este evento tectónico no solo dejó al continente polar aislado por otras masas de tierra; también condujo a una importante reorganización de las corrientes oceánicas en el Océano Austral.
Una corriente circumpolar comenzó a fluir, impidiendo que los giros subpolares transportaran aguas superficiales cálidas a la costa antártica. Al mismo tiempo, las capas de hielo comenzaron a acumularse en la Antártida y la Tierra experimentó uno de sus eventos de cambio climático más fundamentales, pasando de condiciones cálidas de invernadero a condiciones frías de hielo.
Las simulaciones oceánicas de alta resolución de los autores muestran que solo una pequeña profundización de las vías marítimas del Océano Austral en unos pocos cientos de metros condujo a un enfriamiento dramático de las aguas superficiales de la Antártida. Junto con la disminución de las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) atmosférico, este evento tectónico jugó un papel crucial en la primera glaciación de la Antártida y en la transición de la Tierra a un mundo de Icehouse.
Los resultados presentados en este estudio demuestran la importancia de los procesos impulsados por la tectónica en las cambiantes condiciones oceanográficas y climáticas del Océano Austral.
Comprender estas etapas climáticas antiguas es crucial para validar los modelos climáticos que predicen las condiciones climáticas futuras y comprender cómo podría comportarse el clima en concentraciones más altas de dióxido de carbono (CO2) atmosférico.