Los científicos han estado haciendo proyecciones del calentamiento global futuro utilizando modelos climáticos durante décadas. Estos modelos juegan un papel importante en la comprensión del clima de la Tierra y cómo probablemente cambiará.
Los modelos climáticos son simulaciones matemáticas de diferentes factores que interactúan en el clima de la Tierra, como la atmósfera, el océano, el hielo, la superficie terrestre y el sol. Si bien se basan en la mejor comprensión disponible de los sistemas terrestres, cuando se trata de pronosticar el futuro, persisten las incertidumbres.
“Los escépticos del clima han argumentado que las proyecciones del calentamiento global no son fiables porque dependen de modelos defectuosos de superordenadores. Si bien estas críticas son injustificadas, subrayan la necesidad de enfoques independientes y diferentes para predecir el calentamiento futuro”, apunta Bruno Tremblay, profesor del Departamento de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas de la Universidad McGill.
Nuevo enfoque
Hasta ahora, los amplios rangos en las proyecciones de temperatura general han dificultado la identificación de resultados en diferentes escenarios de mitigación o reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Por ejemplo, si las concentraciones de CO2 atmosférico se duplican, los Modelos de Circulación General (GCM, por sus siglas en inglés) utilizados IPCC predicen un aumento de temperatura promedio global muy probable entre 1,9 y 4,5°C respecto a la era preindustrial, un amplio rango que cubre cambios climáticos moderados en el extremo inferior y catastróficos en el otro.
“Nuestro nuevo enfoque para proyectar la temperatura de la Tierra se basa en datos climáticos históricos, en lugar de las relaciones teóricas que son capturadas de manera imperfecta por los GCM. Nuestro enfoque permite que la sensibilidad climática y su incertidumbre se estimen a partir de observaciones directas con pocas suposiciones”, subraya Raphael Hebert, exinvestigador graduado de la Universidad McGill que ahora trabaja en el Instituto Alfred Wegener en Potsdam (Alemania).
Los investigadores aplicaron el nuevo modelo Scaling Climate Response Function (SCRF) para proyectar la temperatura de la Tierra hasta 2100. Basado en datos históricos, reduce las incertidumbres de predicción a aproximadamente la mitad, en comparación con el enfoque que utiliza actualmente el IPCC.
Al analizar los resultados, encontraron que el umbral de calentamiento peligroso (1,5°C por encima de los niveles preindustriales) probablemente se alcanzará entre 2027 y 2042.
“Ahora que los gobiernos finalmente han decidido actuar sobre el cambio climático, debemos evitar situaciones en las que los líderes puedan afirmar que incluso las políticas más débiles pueden evitar consecuencias peligrosas”, recalca Shaun Lovejoy, profesor del Departamento de Física de la Universidad McGill, que concluye: “Con nuestro nuevo modelo climático y sus mejoras de próxima generación, hay menos margen de maniobra”.